Política de cookies
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

X

Historia

Sin duda, la llegada a la Presidencia de la Generalitat de Joan Lerma será recordada como la época de construcción del autogobierno de los valencianos. En el año 1983 se constituyó el primer Parlamento valenciano de la democracia. Después de más de 270 años, los valencianos recuperaban plenamente sus instituciones y votaban directamente a sus representantes. Aunque no todos los partidos tenían claras las aspiraciones de los valencianos. La derecha quería un Estatuto con mínimas competencias, al que se accedería por la vía del artículo 143 de la Constitución. Desconfiaban de la capacidad de los valencianos para su propio autogobierno.

Sin embargo, se encontró con la firme oposición de los partidos de izquierdas y del propio PSPV, convencido de que esa medida no lograría satisfacer las aspiraciones de los valencianos, ni consideraba el carácter histórico de nuestra nacionalidad. Y con el conjunto de las fuerzas progresistas, el PSPV-PSOE exigió una mayor autonomía. Así, obtuvo un gran acuerdo que permitió a la Comunitat Valenciana ser una autonomía con plenas competencias. La decisión y la fuerza de los socialistas valencianos fue imprescindible para superar las limitaciones que la derecha quería imponer a la autonomía valenciana.

En las elecciones de 1983, las primeras para les Corts Valencianes, dieron una gran victoria a los socialistas. Les Corts eligieron a Joan Lerma como primer president de la Generalitat Valenciana, iniciándose así un nuevo tiempo de progreso y tolerancia que transformaría profundamente la Comunitat Valenciana y que aumentaría su prestigio.

Los valencianos y valencianas apostarían por gobiernos socialistas durante más de 12 años, hasta las elecciones de 1995. El PSPV-PSOE había construido una opción política centrada en la lucha contra las desigualdades y la marginación social, en el progreso y el bienestar ciudadano, en la defensa de las señas de identidad del pueblo valenciano y en la colaboración solidaria con la resto de los pueblos de España. En las elecciones autonómicas hasta ese año, la mayoría de los valencianos se identificarán profundamente con esta fórmula política y con la persona que la representó: Joan Lerma, puesto que la Comunitat Valenciana nunca había vivido una época de transformaciones y de éxito colectivo tan intenso al fijar entre sus grandes objetivos la creación de puestos de trabajo, el acceso universal a la sanidad, la extensión de la educación y la cultura y la promoción de las personas mayores.

La defensa de la lengua y de la identidad de los valencianos centró también la acción de los socialistas en el Gobierno valenciano. Durante los años de Gobierno socialista, las iniciativas de la Generalitat, unidas al dinamismo de nuestra sociedad, hicieron que la Comunitat Valenciana pasara de tener menos del 75 % de la renta media europea a más allá del 82 %. Para modernizar las empresas valencianas, hacerlas más competitivas y generar más puestos de trabajo, se crearon planes de desarrollo tecnológico y centros de investigación y desarrollo; se fomentó la creación de los Institutos Tecnológicos (investigación de nuevas tecnologías para aplicarlas en las empresas), el IMPIVA (Instituto de la pequeña y media empresa) y el Instituto Valenciano de Finanzas (financiación de inversiones) y se apostó por el turismo como eje central de la economía valenciana. Por ello, entre otras iniciativas, se creó el Instituto Valenciano de Turismo (ITVA) y la Escuela Oficial de Turismo de la Generalitat en Alicante.

Las oportunidades de acceso a la Educación mejoraron también radicalmente durante esta etapa, permitiendo que 150.000 jóvenes accedieran a los niveles educativos no obligatorios. Al acabar el mandato de los socialistas en la Generalitat Valenciana, más de un 30 % de los jóvenes valencianos estaban en la universidad, cuando poco más de diez años antes solo eran el 13 %. Este cambio no fue un proceso natural o casual, fue producto de una firme voluntad política de creer y de invertir en los jóvenes como un factor esencial de progreso de nuestra Comunitat. Se actualizó el sistema educativo, preparando las condiciones para desarrollar la LOGSE; se construyeran más de 120 institutos de BUP y FP por toda la Comunitat; se ampliaron el número de becas para alumnos de secundaria hasta las 70.000, y se duplicaron en pocos años las becas para libros, llegando a las 175.000.

La recuperación de las señas de identidad y la igualdad en el acceso a la Cultura recibieron un fuerte impulso durante la etapa de Gobierno socialista. Se promovió una Ley de Uso y Enseñanza del Valenciano, que las Cortes aprobaron por unanimidad en Alicante y que se convirtió en un poderoso instrumento para recuperar el valenciano. Así como la Ley de Creación de Radiotelevisión valenciana, aprobada en julio de 1984. Hasta entonces únicamente 10 centros educativos ofrecían enseñanza en valenciano y 115 centros ofrecían clases de valenciano. Doce años después, todos los centros de enseñanza de la Comunitat Valenciana ofrecían clases de valenciano y casi 600 ofrecían una enseñanza íntegramente en nuestra lengua. Se realizaron además grandes proyectos culturales como el IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno) o el Palacio de la Música de València (con el Ayuntamiento de la capital).

En Sanidad, más de 400.000 ciudadanos se incorporaron a recibir las atenciones del sistema sanitario público valenciano, que se vio ampliado con más de 100 nuevos centros de salud y cinco nuevos hospitales comarcales por toda la Comunitat Valenciana como los de Vinarós, Requena, Sant Joan o el de la Vega Baja. El número de camas de atención médica aumentó más de un 25 % y el número de profesionales del sistema sanitario público pasó en pocos años de 19.000 a superar las 26.000 personas.

En servicios sociales y atención a las personas mayores se hizo también una gran transformación, por eso se invirtió también en dar una acogida digna a más de 10.000 personas en residencias para la tercera edad y discapacitados. Además, se creó un Plan de Vivienda que batió todos los récords al construirse en pocos años más de 50.000 viviendas sociales, superándose todos el objetivos que el gobierno se había marcado y superando al resto de comunidades autónomas.

La etapa de Gobierno de Joan Lerma, caracterizada por la honradez y austeridad, supuso importantes cambios para la Comunitat Valenciana. El Gobierno socialista de la Generalitat cumplió su papel de impulsar las condiciones para el desarrollo económico, y trabajó siempre por el bienestar de la mayoría y para hacer realidad la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos, aunque ello no le eximió tampoco de cometer los errores propios de cualquier gobierno. En efecto, las circunstancias generales que se vivieron y el aumento del desempleo por una crisis generalizada en el territorio español crearon una situación que nuestros esfuerzos no pudieran superar. La obra realizada es, sin embargo, un patrimonio político importantísimo y la base para la recuperación de un proyecto de progreso al que años más tarde volvió a sumarse buena parte de los valencianos y valencianas.