Historia
Las elecciones autonómicas del 1995 supusieron la primera victoria electoral del Partido Popular (PP), lo que provocó que el PSPV-PSOE se convirtiese en el principal partido de la oposición a pesar de que apostó en su campaña electoral por una firme ampliación del Estado del Bienestar y la creación de empleo. Sin embargo, la crisis económica que afectó a España a comienzos de los 90 y el desgaste del gobierno del PSOE de Felipe González en Madrid provocaron un cambio de tendencia política en las numerosas autonomías que celebraron elecciones autonómicas en 1995.
La primera legislatura (1995-1999) estuvo caracterizada fundamentalmente por dos aspectos: una política de oposición cada vez menos visible debido a la escasa difusión de la misma en los medios de comunicación (con un control férreo por parte del nuevo gobierno del PP); y también por un proceso de reestructuración interna del partido que provocó que la atención política se centrara mucho en cuestiones internas hasta el año 2000. Este proceso de reestructuración en el seno del PSPV-PSOE fue paralelo al del PSOE en todo el Estado. La no renovación en el cargo de secretario general del PSOE de Felipe González significó la llegada a la Secretaría General de Joaquín Almunia en un momento complejo, puesto que el PSOE no sólo había abandonado el Gobierno Central por primera vez desde 1982, sino que además había perdido la presidencia de numerosas autonomías.
Además, este proceso de reestructuración significaba iniciar un proceso de renovación de cargos, tanto a nivel federal como las distintas federaciones, ahondando más en las cuestiones internas del partido. Así, en el País Valenciano, se celebró el VIII Congreso del PSPV-PSOE en julio del 1997, el conocido como “Congreso de la Politécnica”. El secretario general, Joan Lerma, manifestó entonces su intención de no volver a presentarse y, en una reñida votación, Joan Romero se convirtió en el nuevo secretario general del partido.
La nueva Comisión Ejecutiva Nacional fue ampliada por decisión del Comité Nacional de noviembre del mismo año, con la novedad de que, además se introdujeron las elecciones primarias dentro del partido. Así los candidatos a presidente del Gobierno, a presidente de la Generalitat y a alcaldes de las principales poblaciones serían a partir de entonces elegidos por toda la militancia. Como candidatos de la Generalitat Valenciana se presentaran el secretario general Joan Romero, el exministro de Interior Antoni Asunción y la que fue alcaldesa de Valencia y presidenta de la Diputación, Clementina Ródenas. Joan Romero salió ganador de estos comicios y proclamado candidato a presidente de la Generalitat. No obstante las diferencias internas continuaban y semanas antes de las elecciones autonómicas del 1999, Joan Romero presentó la dimisión al Comité Nacional. Se nombró una Comisión Gestora y Antoni Asunción se convirtió en el nuevo candidato a la Presidencia de la Generalitat.
A pesar de todo, el PSPV-PSOE se presentó a las elecciones con un importante programa electoral estructurado en seis puntos. El primero pretendía fortalecer al gobierno de la Generalitat Valenciana, con la idea de un federalismo cooperativo y solidario, que significaba apostar por un nuevo modelo de financiación de las comunidades autónomas. También se señalaba la necesidad de debatir la reforma del Senado y del Estatuto de Autonomía. El segundo y tercer punto reflexionaba sobre un nuevo estilo de política, haciendo referencias a los jóvenes, a los mayores, a la familia y a la solidaridad exterior. Los siguientes aspectos marcaban la posición del partido con respecto a la economía: infraestructuras, empleo, crecimiento estable y desarrollo sostenible, el campo y el turismo; con respecto a los servicios públicos, que los definía como universales y eficientes, y que desarrollaba la tarea que un gobierno de izquierdas tenía que hacer en sanidad, educación y política cultural; y con respecto a la administración de las ciudades. Sin embargo, el PP revalidó la presidencia debido a que los problemas internos todavía eran evidentes y habían dificultado notablemente los problemas de oposición durante el primer año de legislatura.
En septiembre del 1999 se celebró en València un nuevo Congreso Extraordinario en el que Joan Ignasi Pla fue elegido secretario general, pero dado que la inestabilidad continuaba puso su cargo a disposición de la Ejecutiva Federal intentando buscar una salida al conflicto de inestabilidad interna que sufría el PSPV-PSOE. Un problema que quedó solucionado cuando, un año después, en septiembre del 2000, un nuevo Congreso elegía, por segunda vez como secretario general al diputado Joan Ignasi Pla, quien dirigió el PSPV-PSOE hasta octubre de 2007, después de dos derrotas electorales (2003 y 2007) y tras haber presentado una moción de censura contra el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, sin que ésta llegase a prosperar. No obstante, fue destacable el éxito de su importante esfuerzo para estabilizar el partido, consensuar las posiciones de las diferentes sensibilidades y lograr una oposición unida capaz de volver a convertirse en el referente de la izquierda valenciana.
Tras su renuncia, la dirección del PSPV-PSOE creó una gestora presidida por Joan Lerma hasta la celebración del XI Congreso Nacional del partido, celebrado a finales de septiembre de 2008 en València, del que salió elegido secretario general de los socialistas valencianos, Jorge Alarte, tras enfrentarse a la candidatura liderada por el alcalde de Morella, Ximo Puig. La lucha contra la corrupción y el cambio de la estructura comarcal del partido por una estructura provincial fueron las características principales de la dirección de Jorge Alarte, quien consiguió llevar a los tribunales los numerosos casos de corrupción del PP. No obstante, no pudo recuperar la Presidencia de la Generalitat en las elecciones autonómicas de mayo de 2011.
Por este motivo y tras la finalización de su mandato, el XII Congreso Nacional del partido, celebrado en Alicante en marzo de 2012, designó como nuevo secretario general del PSPV-PSOE a Ximo Puig, quien venció frente a la candidatura encabezada por Jorge Alarte. El entonces alcalde de Morella se convertía así en el nuevo secretario general del PSPV con la tarea de recuperar “la dignidad y la vergüenza” de la Generalitat a manos de un gobierno socialista, progresista y centrado en las personas más allá del amiguismo y de los casos de corrupción. Dos años después de su elección como secretario general, y tras su firme apuesta por recuperar la democracia y la confianza de la ciudadanía en la política, Ximo Puig impulsó el primer proceso de primarias abiertas a la ciudadanía en toda España para la elección del nuevo candidato a la presidencia de la Generalitat. Unos comicios en los que participaron más de 40.000 personas y en las que fue elegido como candidato socialista frente a la candidatura encabezada por Toni Gaspar, con el respaldo no sólo de los militantes socialistas, sino también de los de numerosos ciudadanos dispuestos a apoyar a la alternativa que representa Ximo Puig.